10. Juegos con les primes

Juan era hije único de Irma pero se crió rodeado de 4 primos a les que consideró sus hermanes, entre elles Edwin era el más hogareño, el adoptó los juegos del abuelo de dados, cartas y perinola, aunque con los adultos apostaban dinero, con los niñes las apuestas eran de juguetes, canicas, tazos, cromos repetidos del álbum de moda que coleccionaban les primes, aquellos álbum que con los años formaron parte de los tesoros del recuerdo de Juan y finalmente se perdieron en alguna de las muchas mudadas de casa. Cuando se acababan los cromos se conseguían hasta recortes de cualquier papel que encontraban, lo más cómico era que estas cosillas provocaban peleas y lágrimas entre les menores de la casa cuando perdían, estos eran los juguetes más valiosos de Juan que guardaba para apostar cada tarde a la espera de que Edwin, su primo hermano regresara a casa, otra linda costumbre esta vez motivada por la tía Flery era las canicas, la tía repartía canicas a toda la familia y haciendo un círculo en la tierra todos se turnaban para tingar las canicas para sacar del círculo y al final ganaba el que ha sacado más canicas. 

A Juan jamás le gustó ningún deporte ni actividad física y no recuerda haber tenido ni pelotas, sogas o juguetes comunes, las únicas actividades físicas que tenía eran su higuera y sus mini lip sinc. Siempre fue une niñe singular y así pasó sus primeros 5 años sin preocupaciones, en total inocencia y felicidad.