En la casa Arboleda había un gran terreno con variedad de plantas, de las cuales se destaca una higuera, el juego favorito de Juan, aunque en la adultez desarrolló miedo a las alturas, en la niñez era hiperactive y arriesgade pasaba tardes enteras trepade en sus ramas cual mico, debido a la falta de recursos no hubo video juegos ni el juguete de las caricaturas de moda, más bien aprendió a valorar las cosas sencillas, además de jugar era encargade de cosechar los higos mientras las tías los recibían en tierra firme sosteniendo una sábana, al mismo tiempo observaba Irma, su nerviosa y sobre protectora madre, una vez que se llenaba una olla con la fruta, la tía Flery preparaba dulce de higos con queso y pan para toda la familia.
En cierta ocasión Juan jugaba en su higuera como todas las tardes, pero esta vez observó en una rama un hermoso pero escalofriante alacrán verde, ante el susto perdió el equilibrio y resbaló quedando colgade entre 2 ramas sin poder moverse, y con dolor en su cadera pues una rama lo dejo un moretón que conserva toda la vida, asustado, aunque no más que el pobre alacrán, gritó ayuda a su madre, que a la velocidad de la luz acudió a ayudarle a bajar. Luego del susto y llanto vinieron las risas con toda la familia al imaginar a ese niñe mono colgade inmovilizade por su propia higuera. Entre bromas decían que descubrieron la fórmula para que deje dormir en las noches.
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