lunes, 22 de abril de 2019

17. Descubriendo profesiones y vocaciones


Si bien es cierto que en trabajo físico Juan era malísimo, ya en tercer grado de primaria era todo un líder, tenía buenas calificaciones, especialmente en ramas humanas y sociales, además  una disciplina intachable al punto de ser el encargado del orden de su clase, desde niñe aprendió a manejar nóminas y calificaciones como ayudante de sus profesoras, también era encargade del botiquín y de curar a sus compañeres cuando se lastimaban, por instinto era bueno desinfectado heridas, se aprendió los nombres y usos de los medicamentos que había en el botiquín, ya se ha mencionado sobre su criterio también era buene escuchando y orientando a sus compañeres, junto a las tías o la prima le encantaba cocinar,  aunque era bueno con los números jamás le gustó el tema de dinero, desde niñe anti capitalista, tal vez porque creció viendo la pobreza en su familia y las injusticias laborales que truncaban los sueños y proyectos. Con mejor suerte hubiese podido ser un buen médicx,  psicólogx, trabajadorx social o chef pero la vida real puede ser complicada como ya lo veremos a futuro.  Sin embargo a sus 8 años Juan era un diamante listo para ser pulido, que importante es que el entorno familiar y educativo tomen en cuenta esos juegos y pasatiempos de les niñes, además de incentivar el desarrollo de las diversas inteligencias que puede tener una persona para identificar y apoyar posibles vocaciones y las que podría ser en un futuro sus herramientas de superación personal, sin imposiciones ni prejuicios ni caprichos de lo que los padres o religiones o sistema social creen correcto. 

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